Mis padres, qué seres tan extraordinarios, ellos y sus historias.
Como ya os he contado, gracias a su superpoder convirtieron la bici azul de mi hermano, en una bici rosa para mí. Con los años me enteré de que la bici, no era de Barbie, que mis patines no eran diferentes porque los habían conseguido en la escuela profesional de patinaje de Jaca, que la tortilla que me comí a oscuras no era porque había moscas en la cocina, y que los reyes magos eran… mmm… ya me entendéis.
Seguí creyendo en mis padres, porque me divierten más las historias inspiradas en la realidad, que las reales, así que pensé que si lo habían hecho con la bici, podían hacerlo con cualquier cosa, y descubrí que donde no llegaba su pintura, llegaba la de mis amigas, o la mía ;).
****NO tOdO lO ROSA ME ENAMORA, y a ti?????
(K)