Una vez confundí un perro con una oveja, ¿quién pasearía a una oveja a las diez de la noche por el polígono 25? ¿Cuántas veces habré creído ver cosas que no veía? La verdad es que me sorprendió ver a una oveja paseando con su dueña, pero más les sorprendió a los que iban conmigo el hecho de que yo lo estuviera viendo y que encima lo dijese en voz alta.
Hoy me han vuelto a preguntar por la camiseta del gato, ahora entiendo la cara de la propietaria del perroveja.
“No son gatos, son perros y por lo visto los clientes no siempre tienen la razón :P”
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