¿Cuántas veces has oído "subraya lo importante"?.
Yo, unas cien mil veces, y al final, aprendí a subrayar.
El subrayador nos permitía diferenciar lo que importaba del texto, de lo que no.
Me reencontré con el subrayador rosa por casualidad, me acordé de la frase y subrayé, subrayé carita bonita porque quería marcar la diferencia, subrayé carita bonita porque vosotros habéis hecho que sea todavía más importante para mi, subrayé carita bonita por todas las veces que habré dejado de subrayar lo que de verdad importaba.
La 2ª Edición de Subraya lo importante ya está en la tienda, ahora también en tirantes!
(K)
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